Desde muy pequeña que ya recibí un pequeño diario de color rosa, que todavía hoy conservo, donde empecé a escribir. Me parece un hermoso regalo, y muy necesario, escribir me ayudaba a relajarme y a conocerme mejor.
Recuerdo que le escribía a mi diario empezando con aquello de querido diario… como si de mi mejor amiga se tratara, y es q en realidad era así, le contaba mis problemas e inquietudes o simplemente cosas bonitas que me pasaban. Era y sigue siendo muy terapéutico, porque escribiendo pones tus pensamientos en orden, tus ideas cobran vida, y luego puedes leer lo que has escrito, y descubres una nueva perspectiva, ya no son solo pensamientos o preocupaciones ahora han pasado a otra fase de la que ya no pueden retroceder.
Te descubres en la escritura, eres tu pero desde otra mirada, es una forma consciente de observarte, desde fuera. Te ayuda a relativizar tus pensamientos y problemas. También te ayuda a ver qué cosas son importantes para ti, sobre qué temas te gusta y te cuesta menos escribir…
Escribir a parte de ser una herramienta para el autoconocimiento también es una herramienta para hacer crecer tu creatividad.
De una idea escrita salen muchas más ideas que de una idea solo pensada. Y con el tiempo puedes volver a leer esas ideas y escribir sobre ellas con todo lo que ahora sabes y que en el momento que escribiste todavía no sabías o no habías vivido.
En el taller Mi diario fotográfico escribimos y reflexionamos durante 12 días, a tu ritmo, sobre 12 temas profundos que te invitan a explorarte y descubrirte a través de la escritura personal y la fotografía cotidiana, dos hermosas herramientas que nos inspiran a profundizar en nosotras mismas.